En los cuatro días posteriores se suscitaron permanentes refriegas y al cabo, las milicias populares vascas derrotaron a los militares rebeldes acuartelados en Loyola.
Al mismo tiempo, se creaban en Donostia y Azpeitía sendas Juntas de Defensa, donde el tinte nacionalista intentará fusionarse sin éxito al socialismo, condicionando
toda la estrategia defensiva diseñada de apuro.
No obstante las profundas diferencias idológicas complicando en exceso la difíciil coyuntura,
Para fines de julio una triste realidad afligía a los vascos: la guerra había comenzado y Euskadi se debatía tanto entre carencias militares como de la falta de cohesión política interna. El ejército del general Mola invadió Gipúzkoa al mando de un ejército mixto compuesto por soldados profesionales y voluntarios nafarrotarras (requetés). Atravesaría sin dificultad los valles del Bidasoa, del Urumea y del Oria hasta apoderarse de Ordizia y Beasain. Algunas semanas más tarde, los rebeldes tomaron Tolosa y Andoain, imponiendo clara superioridad militar a favor de la inercia demostrada por el gobioerno republicano de Largo Caballero.
A finales de julio, la aviación franquista sublevada había bombardeado la población de Ochandiano, causando la muerte de ciento de mujeres y niños. Con marcado retraso, la guerra había ya mostrado su cara más cruel,
El primer objetivo táctico del general Mola consistía en anular todo tipo de comunicaciones entre Francia y Euskadi. Una vez lque estuvo concretado el plan, se abocó al segundo con dos columnas de su ejército avanzando sobre Donostia (ya bombardeada por aire y mar). La resistencia fue heroica y sólo a finales de agosto, las tropas del comandante García Valino lograron conquistar las posiciones fortificadas leales, ubicadas entre Irún y Oyarzún. La encarnizada resistencia ofrecida obligó a Franco al reemplazo de aquél por el general Beortegui, quien con la ayuda de la aviación italiana se apoderó del Fuerte de San Maciel.
Cuando Francia decidió abstenerse de confrontar más allá de sus fronteras, los milicanos vascos debieron rendirse. Asimismo, el transcurso de las semanas siguientes confirmaría la política ambigua, errante y plagada de negociaciones a ninguna parte del gobierno de
A partir de aquella inmodificable situación bélica comenzaría el incesante éxodo del pueblo vasco hacia territorio francés. Así fue que cientos de ancianos, mujeres y niños, cargando con las pocas pertenencias que rescataran de los crmininales bombardeos padecidos, lograron atravesar ell puente fronterizo levantado sobre el Bidasoa. la caída de Irún se produjo al 05 de setiembre, un día después de la nueva conformación del gobierno de Largo Caballero con representantes de todas las organizaciones del Frente Popular. Una vez producida la caída de Irún, no fue difícil avizorar la rendición de Donostia, ciudad evacuada entre los días 08, 09, 10 y 11 de setiembre, al punto que cuando los requetés nafarrotarras ingresaron a la ciudad, la tomaron sin disparar un solo tiro.
Todos los materiales histórico-culturales a través de los cuales el Instituto de Cultura Vasca Eneko Aritza basa su actividades se editan en formato cd.