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Vicente de Amézaga

Vicente de Amézaga ha trabajado profusa y profundamente sobre las características del individuo denominado por la Historia como el HOMBRE DE HEIDELBERG, del que se hallaron pruebas contundentes de su presencia en Euskadi. Indudablemente, aquellos individuos llevaban una vida dura y en desventaja permanente con respecto a la naturaleza y los animales que la componían. Éstos eran enormes y debían cazarlos con hachas, lanzas y flechas, toscamente fabricadas y de hecho, insuficientes. Por tal razón, las Trampas, loberas u "otzalekus" (similares a las que hoy día emplean los pastores vascos para cazar lobos) solían ser las armas más a empleadas.

Tanto ha investigado Amézaga sobre aquel Hombre de Heidelberg hasta concluir que tenían principios de adoración de un SER Supremo y de una religión primitiva manifestada, fundamentalmente, en la actividad venatoria por la forma en que colocaban los cráneos y huesos de los osos, con prolijidad dispuestos y protegidos.

Cuando avanzara hasta el Período Paleolítico Medio aparecerá el HOMO PRIMIGENIUS, también llamado y conocido como el HOMBRE DE NEANDERTHAL, cuya existencia en Euskadi fuera comprobada a través de una mandíbula de dicha raza hallada en la caverna de Isturitz. En este período las armas de defensa se confeccionaron en ofita, cuarzo y cuarcita y también se trabajaba el pedernal gris y negro. También, el hombre se convierte en trashumante, seguramente porque se veía obligado a perseguir animales para asegurar su subsistencia. Comprobado ha quedado que se trasladaba de valle en valle con pequeños grupos poblacionales.

Amézaga, al continuar sus estudios, al Período Superior (comienza alrededor de 30 000 años atrás, donde protagonizará el HOMBRE DE CROMAGNON, heredero al fin, tras desaparecer el de Neanderthal). Aquel habitante de Euskadi se correspondía con el actual "tipo vasco montañés". Claras muestras se hallaron al respecto en las cuevas de Urtiaga. Agreguemos, entonces, que para aquella época se distinguían dos tipos de cultura:

1-LOS CAPIENSES: Abarcaba el sur de España, Andalucía, subía por El Levante hasta el sur de Cataluña, introduciéndose por el sur del Ebro hasta llegar a a los actuales límites de Euskadi.

2-LOS FRANCO CANTÁBRICOS: Abarcaba desde el Oeste de Asturias, por toda la cadena pirenaica, introduciéndose en la actual Francia hasta la Dordoña y Ariege. Esta cultura se ha caracterizado porque sus expresiones artísticas se encontraron en los sitios más ocultos de las cavernas, con representaciones de animales en dimensiones regulares y de estilo naturista.

Esta cultura transmitía imágenes totémicas en las que abundaban cuestiones mágicas, suponiendo de hecho que si pintaba un ciervo atravesado por una flecha, podría cazar el primer ciervo que viera. A diferencia de la cultura Capsiense, aquí los animales no parecían junto a los hombres. Tampoco comieron caracoles crudos, característica de la cultura antes mencionada.

Los documentos indican que el individuo fue progresando en sus concepciones religiosas hasta llegar a la creencia que una divinidad mayor dominaba la tierra y que habitaba en las montañas: MARI, el genio que tenía sus moradas en las cavernas de las montañas más altas, estudios que por otra parte llevara adelante el magistral J.M.Barandiarán. Nacieron al mismo tiempo, diversas concepciones culturales como el derecho a la vida familiar y social. A semejanza del león y la leona, criando a los suyos en las cavernas, el individuo dio de tal forma origen a la vida comunitaria.

Nacieron en esta época "las marcas". Detalle que los cazadores instrumentaron en las puntas de sus flechas, a manera de título de propiedad, para determinar a quien correspondía los animales cazados (renos, osos). Aparecieron aquí los primeros signos de hechicería para denominar a algunos individuos que solían mover piedras con la sola mirada: AZTIAK (adivinos). Estos adivinos luego, fueron denominados BRUJOS.

En el lento pero seguro avance histórico, Amézaga llegó hasta el Período Mesolítico, donde hallara diversos fenómenos establecidos, por caso, el clima era más benigno, provocando que los animales polares, peligrosos y de porte intimidador, emigrara hacia territorios con temperaturas más bajas. También se produjeron cambios en la alimentación, puesto que pescados y mariscos pasaron a formar parte de las alimentación de aquellos pueblos. El ejemplo más contundente lo daría la cueva de Santimañe (Bizkaia), donde más del 90% de los residuos de alimentos allí encontrados correspondía a mariscos.

También pudo apreciarse aquí la recolección de frutas y plantas para convertirse en parte de la alimentación cotidiana.

A favor de climas más agradables aparecerán especies de animales no conocidos y de pequeño porte como las palomas y perdices. Desde la cueva de Isturitz se ha recogido un hueso de ave con orificios varios, que luego daría nacimiento al TXISTU más antiguo que conoce hasta hoy con alrededor de tres o cuatro siglos de existencia.

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