UN POLÍTICO TAN CONTROVERTIDO COMO IMPRESCINDIBLE

Con toda seguridad, José A. Aguirre ha sido uno de los tres más importantes políticos que tuvo Euskadi en el siglo XX, fundamentalmente por la actuación destacada que le cupo durante la Guerra Incivil desatada por el criminal franquismo cuando promediaba la década del treinta y hasta comenzada la siguiente. Es más que probable que existieran dentro del Consejo de Ministros individuos con mayor carácter que la del lehendakari. Tal vez el propio Leizaola, antimarxista declarado, o el mismísimo Aldasoro representaran la dureza plena del ala peneuvista, aunque ninguno de ellos pudo arrogarse la calidad de negociador nato que ostentara Aguirre.

Su propia familia paterna provenía de Bergara, mientras que su madre, Lekube, era oriunda de Motrico.. Con toda seguridad, su padre, Teodoro de Agirre Barrenetxea, de profunda educación cristiana y fervoroso defensor del nacionalismo inculcado por Sabino de Arana y Goiri, haya sido quien le inculcara las dotes de político hábil en el manejo de las relaciones humanas.

José A. Aguirre cursó sus estudios primarios en la Ikastola de la Plaza Nueva de la ciudad capital de la provincia y ya en el año 1914 rindió satisfactoriamente su examen de ingreso a la Segunda Enseñanza en el Colegio jesuita de Orduña, María de la Antigua. Rápidamente se destacó como un avezado estudiante de Letras e Historia, mostrando en materias de ciencias duras como Matemáticas, Física y Química menor predisposición para el aprendizaje. Una vez concluido el ciclo secundario, desde el año 1920 hasta el año 1925 cursó estudios universitarios en la Universidad de Deusto bajo un régimen de semi pensión, donde recibiría su diploma de abogado.

No obstante, cuando en el año 1920 falleciera su padre, se encontró ante la primer disyuntiva importante de su vida cuando su madre le pidió que ocupara el rol de su progenitor en la educación de sus hermanos. Sin embargo y fiel a su espíritu emprendedor, sin desatender sus estudios, también se hará cargo de ciertos negocios familiares, hasta que al año siguiente (1921) debió enrolarse en el Servicio Militar Obligatorio en el Arma de Caballería. Una vez cumplimentado su deber como militar, tomó un curso de euskara con un sacerdote de Durango por correspondencia. Su objetivo primordial era escribir la lengua madre sin faltas de ortografía.

Finalmente y tras largos cabildeos familiares decidió acompañar a su madre al Vaticano para cumplir con una visita al Sumo Pontífice. Al cabo iniciarían un extensa gira por gran parte de Europa. Al finalizar el año recibirá el ansiado Diploma de Licenciado en Derecho y comenzará a trabajar como pasante en el estudio jurídico más que tradicionalista del Dr. Esteban Bilbao. Y tres años más tarde (marzo de 1928) inauguraba su propio estudio jurídico junto a Antón Berreteaga, en el comienzo mismo de la calle Iturribide, sitio cercano al edificio de la Audiencia de Bilbao. Sus primeros tramos profesionales los recorrió atendiendo asuntos de cuestiones sociales.

Rápidamente, su prestigio se extendió a los núcleos tribunalicios, donde su carisma prevaleció. Entre las diversas actividades que llevó adelante, encontramos que de joven fue futbolista del equipo de la Universidad de Deusto y también del Athletic de Bilbao. Al mismo tiempo hubo formado parte del grupo folklórico "Biotz Alai" y vocal de la Junta de Sordomudos de Deusto. Años más tarde fue elegido presidente de la Acción Católica de Bizkaia y director del Círculo de Estudios Superiores en la Casa Social de Las Arenas. Ya inserto en política, se destacó como miembro de la Juventud Vasca.

Decíamos líneas arriba que provenía Aguirre de una familia de profundo arraigo católico al punto que todas las noches en su hogar se rezaba tanto antes de almorzar como de cenar. Ya en su juventud, durante la Dictadura de Primo Rivera tendrá activo protagonismo en la Juventud Vasca, en la que sería elegido vocal. De inmediato se destacó por la calidad de su oratoria y poder de persuación, basada en su enorme dialéctica. De la mano del mismísimo Leizaola ingresará al Consejo de Administración de Euskadi, donde su padre había sido accionista.

También participó de los sucesos del año treinta cuando cayera la dictadura de Primo de Rivera, pero no participó (tampoco lo hizo el PNV) del Pacto de San Sebastián celebrado en agosto, aunque para el mes de noviembre del mismo año, ya reunificado el PNV, participará de la Asamblea de Bergara muñido del enorme poderío político que le otorgara la Juventud Católica de la que era presidente. Para esa época ya era abogado de la Organización Solidaridad de Obreros Vascos y también mantenía su cargo de Consejero de Euskadi.

En el año 1931 accede a la primera magistratura del Ayuntamiento de Getxo, donde es elegido Alcalde, cargo en el que perdurará hasta 1933, recogiendo tanto críticas favorables a su gestión como desfavorables. Por caso, diría Miguel Garteiz:
"Aguirre fue un Alcalde brillante y popular que se esforzó al máximo por hacer el bien de este pueblo, pero no llevó a cabo actos administrativos destacados"...