UNA FUENTE HISTÓRICA DE IMPORTANCIA CAPITAL

## - EL FUERO DE SAN SEBASTIÁN Y SU APLICACIÓN EN LAS DISPUTAS MARÍTIMAS SUSCITADAS EN LAS RUTAS MARÍTIMAS EUROPEAS -

CANADIENSES-EUROPEAS:

El Fuero de San Sebastián es un conjunto de normas jurídicas conformado por la integración de dos fuentes anteriores, de distinto origen y diferente ámbito de aplicación. En el caso puntual que diera origen al FUERO DE SAN SEBASTIÁN, digamos que integrado por:

1-UN FUERO NAVARRO,  como fue el Fuero de Estella/Lizarra del año 1164.

2-COSTUMBRES MARÍTIMAS CANTÁBRICAS, tomadas de los usos y costumbres de Olerón.

Convengamos que debido a la intensa actividad comercial/marítima que el mundo vasco llevaba adelante desde mucho tiempo antes que el año 1200 alumbrara, se hizo imprescindible dotarla de un marco legal cuasi-legal que legitimara criterios de resolución de determinados conflictos suscitados, por ejemplo, cuando por cualquier circunstancia, se producía el hundimiento de una nave portadora

de carga trasladada desde el Canadá, o como comúnmente se denominaba a aquellos territorios:

LUGARES REMOTOS                          MARES LEJANOS                               FIN DEL MUNDO

Si bien es cierto que hemos expuesto una de las razones fundamentales por las que el Fuero de San Sebastián fuera implementado para terciar "legítimamente" entre las disputas permanentes que se daban entre empresarios, Hermandades y Cofradías vascas frente a los reclamos de las distintas Coronas, teniendo en cuenta el fabuloso negocio que representaba la caza y faenamiento a nivel industrial de la ballena, no hemos dicho todo, aún.

Pero, verdad a rajatablas es que el Fuero de San Sebastián se transformó al paso de los años en un referente indiscutible donde se dirimían litigios marítimos, pero no todos y entonces, este mismo Fuero debió acogerse al Derecho Marítimo de Aquitania (como intento abarcativo para protegerse de "nuevos males como la piratería, a través de las Compañías de Seguro para las cargas y los buques) intentando proteger el crecimiento de la industria ballenera, el fortalecimiento de las alianzas estratégicas nacidas al amparo del poderío bizkaitarra-gipuzkotarra-baionetarra para organizar campañas marítimas con destino a las regiones de Terranova, el Golfo de San Lorenzo, Red Bay (Bahía Roja) y Labrador.

Por supuesto, tampoco, tampoco desconoceremos los grises y matices que a lo largo de casi tres siglos acompañaron de un modo u otro, tamaña alianza comercial. Los intereses entrecruzados de las coronas españolas y franceses, fundamentalmente, allende Los Pirineos, tenían incidencia indiscutible en las marchas y contramarchas de esta industria. Los propios intereses de los capitalistas que financiaban las expediciones y los armadores propietarios de los astilleros junto a los costos aleatorios que significaba la piratería llevada adelante por potencias colonialistas (Inglaterra, Holanda y Portugal, entre otras) al secuestrar o robar cargamentos millonarios de aceite y carne de ballena, formaron parte de una "novela peculiar" que solo puede ser comprendida en el contexto puntual de aquel medioevo. En paralelo, dieron argumentos inacabables a la Literatura Mundial, donde la realidad de lo vivido o padecido superaba cualquier ficción. A propósito de los antedicho, Bonifacio de Etxegaray, un referente ineludible a la hora recabar datos fehacientes sobre aquellas poblaciones balleneras afirmaba:

"LOS NAUTAS QUE DESDE SAN SEBASTIÁN PARTÍAN O ARRIBABAN A SAN SEBASTIÁN MANTENÍAN TRATO CONSTANTE CON LOS MERCADERES Y PILOTOS DE LAS COSTAS OCCIDENTALES DE FRANCIA, A PROPÓSITO DE LAS EMPRESAS MARÍTIMAS MANTENIDAS EN COMÚN, RELACIONADAS CON LA CAZA DE LA BALLENA Y SUS DERIVADOS EN MARES MUY ALEJADOS".

Al margen del valioso aporte de Bonifacio de Etxegaray, por sumatoria y cotejo de distinta documentación, estimamos que el tiempo de viaje entre los puertos vascos y la isla de Terranova estaba estipulado entre los sesenta/setenta días.