LOS RITUALES DE LOS CAZADORES DE BALLENAS VASCOS:

Desde el legado que nos dejara Samuel de Champlain (1567-1735) hemos sabido que los fabricantes de redes (generalmente había uno por puerto pesquero para dejar claro que las poblaciones vascas "arrantzales" fueron estables hasta convertirse en la base de la industrialización ballenera en Amércia) pedían a los brujos que ejecutaran determinados rituales con el objetivo de conseguir buenos réditos mar adentro.

Al parecer, dichas ceremonias, complicadas, confusas y extensas, "transferían" ciertos conocimientos o poderes a los pescadores que utilizarían las redes para acceder a las "fórmulas mágicas" que les permitirían conseguir buena pesca.

En otro de sus invalorables trabajos editados, el propio Samuel de Champlain hizo hincapié en la amistosa relación mantenida por los pescadores vascos con las distintas tribus originarias del Canadá. Incluso, explicaría con lujo de detalles el nivel alcanzado en aquella convivencia extendida por más de dos siglos, con los consabido vaivenes, a saber: 

MI' KMAQ                         (algonkinos)         buena convivencia con los  PIELES ROJAS

INNU O MONTAGNAIS                                buena convivencia con los   PIES NEGROS COSTA NORTE DE SAN LORENZO

BEOTHUK                                                    buena convivencia 

ECHEMIN                          (algonkinos)       buena con matices

A diferencia de la pésima relación mantenida con las tribus esquimales, también llamadas INUIT, debido a los sistemáticos secuestros de mujeres provocados por marinos vascos. Estos sucesos motivaron sangrientos enfrentamientos y devastaciones de poblados con cientos de muertes por ambos lados. De sus investigaciones surgió también que entre los años 1470 al 1500 fueron asesinados tres capitanes vascos en circunstancias no debidamente clarificadas.En otro orden de consideraciones, Champlain tildaba a aquellos hombres vascos de individuos tan díscolos como hábiles a la hora de confraternizar y estrechar lazos con los lugareños, al punto que las grandes compañías balleneras trazaron como estrategia perdurable la permanencia en las distintas islas de grumetes o jóvenes vascos para convivir con los originarios.

Champlain también, dentro de sus inagotables trabajos de relevancia histórica, hizo referencia a decenas de capitanes de barcos que una vez llegados a las distintas islas del Canadá ya no regresaban al País Vasco. El notable geógrafo francés lo atribuía a cuestiones meramente económicas, por los ofrecimientos que recibían de otras empresas en algunos casos (incluso, para iniciar una nueva vida en América) y en otros, porque por contrato, ellos eran los responsables de los navíos que comandaban y que resultaban seriamente averiados tras encallamientos y naufragios.

Para completar en este Ensayo la obra de investigaciones diversas del notable Samuel de Champlain, digamos que llegó a América por primera vez en el año 1599 y que cuatro años más tarde exploró el río San Lorenzo. ya en el año 1608, como vice gobernador de Nueva Francia, importó vacas desde Europa y al paso del tiempo se pondría en marcha la primera industria lechera en el Nuevo Mundo. por último, recordamos que sería él quien fundara la actual capital del Canadá, Québec, al pie de un acantilado sobre el mismo río San Lorenzo.

¿QUIÉNES ERAN LOS ALGONKINOS?

Se trató de las tribus originarias que habitaron los Estados Unidos de Norteamérica y son más conocidos por las historias filmadas en set de televisión y el cine sobre el oeste americano de los siglos XVI y XVII como los famosos Pieles Rojas. Ocuparon los actuales territorios de Nueva York y al paso de los siglos fueron desplazados hasta las regiones canadienses que hoy día ocupan. Su población ha sido diezmada sistemáticamente hasta quedar estimada en once mil originarios.