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ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LAS POBLACIONES BALLENERAS BASKAS EN CANADÁ DURANTE LOS SIGLOS XIV AL XVII - Profesor Iñaki Bazán

LAS INVESTIGACIONES REALIZADAS POR ROBERT GRENIER:

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Por supuesto, entre tantos notables investigadores sumados a nuestro Ensayo, no podía estar ausente el irreemplazable aporte realizado por el arqueólogo canadiense, Robert Grenier, quien junto al vasco "Manu" Izagirre (ambos denominados como trabajadores arqueológicos) y la Dra. Latonia Hartery, lingüista prestigiosa y volcada de lleno a enlazar la cultura de las tribus originarias del Canadá con la bascona, emprendieron hacia el año 1970 una expedición a Terranova, que denominaron "TRAS LAS HUELLAS DE LOS BALLENEROS VASCOS"-

Aunque resulte paradojal, por la brevedad que caracterizó dicha travesía, cuyo objetivo era centrarse en las actividades pesqueras de nuestros ancestros, los aportes históricos recogidos por ellos nos ayudaron de forma inmejorable a despejar sinnúmero de interrogantes, tanto como a confirmar datos estadísticos, donde las Matemáticas nos acercaron a una verdad ya indiscutible: los pescadores y cazadores baskos, constituidos en poblaciones estables de alrededor de cuatrocientas personas que habitaban determinadas regiones del actual Canadá, al menos, desde el año 1375.

Cuando estos investigadores navegaron a orillas del río Dildo visitaron el Museo Arqueológico Beothuk Rusell Point, desde donde recogieron documentación de extraordinario rigor histórico, puesto que fueron extraídas de las "Memorias" del navegante portugués, Joao Vaz Corte Real. Este navegante fue quien cuando finalizaba el año 1472 alcanzara dificultosamente las costas de los ríos Hudson y San Lorenzo. El trío formado por Grenier, Izagirre y Hartery, "in situ", confirmaron cuanto surgía de las escrituras dejadas por el navegante portugués. Reproducimos y analizamos a continuación que:

01-Al poner pie en tierra sobre las regiones del noroeste del Canadá, en un recorrido costero obligado, puesto que no pudo asentarse en ningún poblado debido a la resistencia de los pescadores, halló una decena de poblaciones balleneras baskas (sin cuantificar el número de pobladores ni identificar poblados con sus nombres) que además de desarrollar sus actividades específicas, también fabricaban toneles.

02-Mayoritariamente, los baskos provenían del litoral cantábrico. (éstas son conclusiones propias del equipo de Grenier).

03-Desde los puertos bilbotarras y de Baiona (no existe precisión sobre cuántos correspondían a cada región) partían flotas de hasta treinta barcos por temporada, con alrededor de dos mil hombres en total, que cazaban alrededor de cuatrocientas ballenas anuales (x)

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(x)Con esta sola mención de un testimonio valioso y ajeno a la historia euska bastaría para comprender la magnitud de la industria pesquera de Euskal Herría, su antigüedad y permanencia en las regiones de Terranova, Labrador, Red Bay y San Lorenzo.

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04-Las factorías vascas estaban repartidas entre las costas ya mencionadas líneas arriba.

05-Los nativos Mi' kmaq y Beothuk trabajaban para los pescadores baskos a cambio de pan elaborado con harina traída de Europa y sidra ya fabricada en el País Vasco.

06-En la isla "Saddle" se levantaban mangrullos para detectar el paso de las ballenas.

07-En la misma isla se hallaron hornos semidestruídos para cocer el aceite extraído de la grasa de las ballenas.

08-Hallaron un fragmento de tierra destinado a enterrar muertos con inscripciones  realizadas mediante escrituras "indescifrables".

09-En las distintas poblaciones que recorrió el marino portugués (documento  dejado por el navegante luso y recogido por los autores de "La Ruta de los Balleneros Vascos", halló cerámicas y tejas musleras con simbología propia de la cultura "euskadun".

De conclusiones del propio Robert Grenier surge que cada barrilde aceite de ballenas elaborado equivalía a unos siete mil dólares actuales (la actualidad está remitida a la década del setenta y es coincidente con las conclusiones finales del propio Michael Barkham). Tenemos en este dato puntual una punta de lanza fundamental que nos permite comprender la importancia que cobró la industrialización de la caza ballenera, habida cuenta que el aceite elaborado se utilizaba para el alumbrado público y particular de muchos países de Europa, sobretodo en las regiones del norte y con las naciones integrantes de la Corona danesa, donde el tremendo predicamento de la Liga Hanseática se había transformado en aliado estratégico fundamental.

Convengamos que el aceite de ballenas registraba ciertas virtudes que el extraído de otros animales no poseía, dado que ardía sin hacer humo ni despedir olor, por tanto, tenía aceptación total en todas las sociedades, mientras que los huesos de estos cetáceos se utilizaban para construir muebles, también puertas y ventanas. Con respecto a la carne, digamos que el consumo en España era mínimo y a la falta de caminos transitables para su traslado y comercialización a las distintas ciudades podríamos imputarle una de las causas que explican el fenómeno antedicho. En cambio, la mayor parte de la carne era vendida a Francia, según se desprende de los libros contables de distintas Cofradías, Hermandades, Ayuntamientos y/o personajes poderosos del mundo basko, como lo eran los feudales, muchas veces integrantes, ellos o sus familiares directos de las mismas Hermandades, cuyos Cuadernos de Ordenanzas promulgaban una decena de leyes marítimas que guardaban relación directa con el pago de tasas e impuestos.

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