Texto

POBLACIONES BALLENERAS BASKAS EN ISLANDIA EN EL SIGLO XVII - Prof. Pedro Iribarne

UNA EXPERIENCIA FALLIADA. VIOLENTA Y LAMENTABLE

Los dos primeros antecedentes sobre la caza de ballenas francas realizadas por los cazadores baskos en la región nórdica datan de los años 670 y 1003 (este suceso consta en los libros contables de Monasterio de Jumieges, construido a orillas del río Sena, en Francia, cuando recibiera un cargamento de diez toneladas de aceite de ballenas.

Recordemos que para el año 1600, las francas o negras fueron comercialmente extinguidas. Y ésta sería una de las razones por las cuales la industria ballenera baska comenzó a retirarse del Canadá. la actividad ballenera baska en las islas de Terranova, Labrador, San Lorenzo y Red Bay había marcado los niveles más bajos de caza y producción del preciado cetáceo. A las contingencias ya mencionadas hay que agregarle que las empresas francesas (a raíz de la conquista que los galos hicieron finalmente del Canadá) dedicadas a la pesca del atún y el bacalao ya competían con grandes ventajas aduaneras e impositivas con respecto a las pocas compañías baskas que todavía permanecían en América del Norte.

Al cabo de casi una década y media de escasa rentabilidad y muchos riesgos (hay que considerar en esta instancia que la Liga Hanseática había perdido el protagonismo industrial/comercial que le cupo durante muchísimas décadas y estaba sólo remitida a los países del mar Báltico), entre cuatro y cinco compañías balleneras baskas decidieron trasladarse a la lejana Islandia con la intención de establecer allí sus industrias.

LAS BUENAS RELACIONES DEL COMIENZO

Revisando prolijamente la historia de la Historia comercial europea hemos podido comprobar que existían acuerdos comerciales entre los gobiernos islandeses regionales y dos grupos empresariales bizkaitarras (entre los astilleros, los armadores y las Hermandades). Los acuerdos incluían:

EL PAGO DE TASAS POR LA CAZA DE LAS BALLENAS EN SUS AGUAS.

EL PAGO DE TASAS POR EL DERECHO A DESEMBARCAR EN TIERRA FIRME Y FAENARLAS.

EL PAGO POR EL DERECHO A RECOGER LEÑAS DE LOS BOSQUES PARA ALIMENTAR LOS HORNOS DONDE SE DERRETÍA LA GRASA HASTA CONVERTIRLAS EN ACEITE. 

Convengamos que también existían diversos acuerdos establecidos entre los religiosos de las regiones donde los cazadores baskos hacían pie, con los capitanes de las expediciones, donde se trocaba carne de oveja por aceite y carne de ballenas. Sin embargo, un hecho ajeno a la propia industria ballenera haría las veces de impedimento perpetuo para equilibrar las relaciones comerciales: el pago de tasas que los baskos realizaban a las autoridades regiones conspiraba contra la cultura absolutista implementada por la Corona danesa para la recaudación de impuestos. El descontento del descontento del monarca Christian IV se hizo ostensible y ante el rechazo de las empresas baskas a pagar impuestos por partida doble, al cabo de los años el rey obró en consecuencia con sus planes.

A propósito de los poderes dictatoriales de turno, recordemos que para el siglo XVII Islandia estaba habilitada tan sólo por unos veinticinco mil habitantes, en su gran mayoría campesinos. Este país era gobernado por Magistrado que obedecían y hacían cumplir a rajatabla las leyes del reino luterano de Dinamarca.

UN POCO DE HISTORIA A PARTIR DEL AÑO 1615

Aquellos años habían resultado ciertamente difícil para la economía de la isla, y de hecho la falta de alimentos, producto del congelamiento de las costas (situación que se mantenía hasta el final de los veranos europeos) con la considerable pérdida de ganado, decidió a los líderes de la región a establecer pactos puntuales con los capitanes de los navíos balleneros para la entrega de aceite y carne de ballenas a cuenta de futuras transacciones, cuando a partir de llegada de la primavera reflotara la economía  de la isla danesa.

Hacia el año 1615 habían llegado a las regiones y puertos cercanos a la actual capital islandesa, Reykjvok, alrededor de quinientos cazadores de ballenas pertenecientes a las cuatro empresas balleneras baskas que todavía explotaban la actividad de manera corporativa y profesional. Sin embargo, las bajísimas temperaturas reinantes conspiraron contra la productividad de la industria y que obligaban a las poblaciones balleneras a permanecer en tierra mucho tiempo más de lo estipulado y aconsejable.

Novedades

El profesor Luis Lúquez Minaberrigay presentó su novela REBELDÍA EUSKA

Leer más

La Universidad Vasca de Buenos Aires organizó las Cuartas Jornadas de Cultura Vasca en el Congreso de la Nación

Leer más

Cursos en CD

Todos los materiales histórico-culturales a través de los cuales el Instituto de Cultura Vasca Eneko Aritza basa su actividades se editan en formato cd.

Consultar

© 2018 Instituto de Cultura Vasca Eneko Aritza | Todos los derechos reservados | Buenos Aires - República Argentina